Las benzodiacepinas actúan sobre el sistema nervioso central con efecto tranquilizante, producen sedación, sueño, alivian la ansiedad y los espasmos musculares y previenen las convulsiones.
Las benzodiacepinas actúan sobre el sistema nervioso central con efecto tranquilizante, producen sedación, sueño, alivian la ansiedad y los espasmos musculares y previenen las convulsiones.
Pueden inducir algunos trastornos mentales psicóticos, bipolares, depresivos, ansiedad, del sueño –vigilia, disfunciones sexuales y neurocognitivas (DSM-V). Alteración de la memoria: por un lado, dificultan la adquisición de nuevos conocimientos.
Los efectos secundarios comunes de las benzodiacepinas incluyen somnolencia, mareos, debilidad y dependencia física; no obstante, su consumo recreativo o con multas no médicos constituye un problema ya antiguo que se asocia a un uso indebido, a toxico dependencias ya una cifra elevada de muertes por sobredosis en todo el mundo.
Cuando las benzodiacepinas se consumen de manera recreativa o abusiva, es decir, sin prescripción médica y en dosis elevadas, pueden provocar una serie de daños graves en la salud. Algunos de los principales riesgos y efectos adversos del consumo de benzodiacepinas como droga son:
1. Sobredosis.
2. Depresión respiratoria.
3. Comportamiento impulsivo y agresivo.
4. Alteraciones mentales y emocionales.
5. Adicción y dependencia.
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